La gran conmoción de nuestra sociedad es en estos momentos la conmoción generada por el 11-M. Han pasado cuatro años, lo sé. Ha pasado mucho tiempo pero la sombra de ese 11-M se proyecta continuamente detrás de nuestras espaldas y oscurece nuestro camino. Lo siento. El atentado del 11-M sumió a la sociedad española en un estado emocional colectivo absolutamente diferente al vivido hasta ese momento. Posiblemente tras las nuevas elecciones volvamos a mirar hacia adelante y nos quitaremos de encima ese peso. El fantasma de nuevas catástrofes, la xenofobia, la intranquilidad, la pérdida de la sonrisa, han sido síntomas de esa vivencia. Ante la nueva cita electoral unos y otros querrán que este INFRALEVE juegue en su equipo.
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